Hilos tensores
Los hilos tensores se introducen debajo de la piel mediante una aguja fina, evitando así la necesidad de cirugía o incisiones, lo que resulta en la ausencia de cicatrices y puntos.
El procedimiento de hilos tensores tiene como objetivo rejuvenecer la piel y lograr su firmeza, con el fin de reafirmar la apariencia de la zona tratada y eliminar varios tipos de arrugas. Se busca mantener un aspecto natural, evitando expresiones faciales forzadas o una falta excesiva de expresividad. Aunque es comúnmente utilizado en áreas faciales y del cuello propensas a arrugas y flacidez con el tiempo, también puede aplicarse para restaurar la tersura y densidad de la piel en otras partes del cuerpo.
La anestesia local se administra al paciente durante el tratamiento, que se lleva a cabo en la consulta sin necesidad de recurrir a quirófanos. La cantidad de hilos utilizados varía según la zona y la condición que se desea corregir, generalmente oscilando entre 6 y 40. Alrededor de los hilos, se estimula la producción de colágeno y elastina, generando un efecto lifting natural que mejora la densidad de la piel y combate eficazmente la flacidez.
Existen varios tipos de hilos tensores, los principales son:
Hilos tensores monofilamento
Hilos tensores monofilamento: Delgados, se usan comúnmente en tratamientos para la mandíbula y la papada, aunque también pueden aplicarse en otras áreas faciales.
Hilos tensores multifilamento
Hilos tensores multifilamento: Más gruesos que los anteriores, constan de varios hilos que ayudan a rellenar la piel, proporcionando una apariencia más densa y menos flácida sin comprometer la expresividad natural del paciente.
Hilos tensores espiculados
Hilos tensores espiculados: Con pequeñas espículas y un mayor grosor que los monofilamentos, brindan un mayor agarre a la piel y una mayor tensión, favoreciendo el efecto lifting. Estos hilos se utilizan comúnmente en áreas extensas como mejillas o cuello, donde la piel puede perder firmeza o experimentar una flacidez pronunciada.